Síndrome de Pisa asociado a la enfermedad de Párkinson. ¿Qué hacer desde la fisioterapia para mejorar la calidad de vida del paciente?
“No sé qué me pasa, pero estoy torcido y me tuerzo más según avanza el día”
El Síndrome de Pisa asociado a la enfermedad de Párkinson ha sido descrito como un auténtico enigma cuyo manejo supone un reto al profesional sanitario (1). Fue descrito, en un primer momento, como una alteración de la fuerza muscular o distonía, asociada a los neurolépticos (2). Se identifica porque supone una lateralización del tronco que empeora cuando el paciente camina durante trayectos o tiempos largos, o cuando se sienta durante un tiempo prolongado, y desaparece cuando se tumba (3).
Una de las premisas que debe quedar clara es que nunca debes abandonar tus fármacos sin que tu neurólogo te lo haya indicado. Si tienes dolor y necesitas una consulta, ponte en contacto con tu neurólogo, pero no abandones tu medicación.
“Dices que tengo Síndrome de Pisa asociado a la enfermedad de Párkinson, ¿esto es por la medicación?”
No existe un consenso claro en la comunidad científica sobre qué causa el Síndrome de Pisa asociado a la enfermedad de Párkinson; unos autores afirman que se trata de una distonía o alteración de la contracción muscular (4), otros creen que se trata de una alteración de la propiocepción, es decir, de la interpretación que la persona tiene de su propia postura (5), y otros lo asocian a problemas articulares o musculares (6).
Con independencia del origen de la alteración, y a la espera de que pronto se investigue más sobre el tema, el fisioterapeuta tiene un gran trabajo por realizar, ya que se ha visto que existen alteraciones electromiográficas en la actividad de determinados músculos (1), por lo que su trabajo consistirá en tratar de equilibrar, fortalecer, relajar, según convenga.
“Si no se han puesto de acuerdo, ¿Cómo sabrá el fisioterapeuta qué hacerme?”
Es sencillo; todo fisioterapeuta tiene la obligación de realizar una exploración del paciente. En esta exploración se incluirá la fuerza muscular, se identificarán los músculos más debilitados y se reconocerá qué pie realiza mayor presión en el suelo.Todo esto, entre otras muchas pruebas que nos indicarán cuál es tu postura, equilibrio, coordinación, ect
Además, el fisioterapeuta estará atento a cuáles son los trucos o estrategias que la persona afectada utiliza para sentarse, mantenerse sentado o para pasar de sentado a estar en pie. Por eso, no te sorprendas si te vas a casa con una serie de ejercicios a realizar o algunas modificaciones y/o sugerencias. Recuerda que estos ejercicios no basta con tenerlos, hay que hacerlos.
El trabajo en clínica incluirá también ejercicios directamente relacionados con la postura, el apoyo, el fortalecimiento y los estiramientos. De ese modo se trabajará el apoyo sobre el pie que menos apoye, se estirarán los músculos con mayor actividad, que son los que nos hacen girar e inclinar el tronco, y se fortalecerán aquellos que estén más debilitados. Así que es mejor, que no vayas con la idea de un masaje relajante, que de poco te serviría.Coge ropa cómoda, ganas de trabajar y actitud positiva y acude a tu centro de Fisioterapia con ganas de quemar energía.
“A parte de la fisioterapia, ¿hay algún tratamiento?”
A pesar de que la ciencia avanza, el tratamiento altamente eficaz sigue siendo un misterio. De momento, los médicos están pautando tratamiento para los síntomas como el dolor y los neurólogos, intentan modificar las dosis para ver si existe una mejora en el Síndrome de Pisa asociado a la enfermedad de Párkinson. Por todo esto, huye de aquellos remedios mágicos que te prometan lo que el personal sanitario no ha conseguido, recuerda que hay mucha gente sin escrúpulos deseando venderte una supuesta panacea.
En cualquier caso, es fundamental iniciar el tratamiento nada más sentimos el primer síntoma o vemos que nos estamos inclinando un poco. De esta forma, es más probable que la debilidad muscular no se produzca de una manera tan precoz, que el trabajo excesivo de músculos como el oblicuo mayor se reduzca un poco y que tu neurólogo pueda tener más margen de maniobra sobre tu situación que si esperas demasiado.
Por último, recuerda siempre acudir a personal debidamente cualificado y asegúrate de que está debidamente colegiado, es una garantía de calidad, seguridad y buen hacer.
Bibliografía
1. |
Frazzitta G, Balbi P, Gotti F, Maestri R, Sabetta A, Caremani L, et al. Pisa syndrome in Parkinson’s disease: electromyographic aspects and implications for rehabilitation. Parkinson Dis. 2015 Nov; 2015: p. 437190. doi: 10.1155/2015/437190. |
2. |
Ekborn K, Lindholm H, Ljungberg L. New dystonic syndrome associated with butyrophenone therapy. Z Neurol. 1972; 202(2): p. 94-103. |
3. |
Doherty K, van de Warremburg B, Peralta M, Silveira-Moriyama L, Azulay J, Gershanik O, et al. Postural deformities in Parkinson’s disease. Lancet Neurol. 2011; 10(6): p. 538-49. |
4. |
Bonanni L, Thomas A, Varense S, Scorrano V, Onofrj M. Botulinum toxin treatment of lateral axial dystonia in Parkinsonism. Mov Disord. 2007 Oct; 22(14): p. 2097-103. |
5. |
Vaugoyeau M, Hakam H, Azulay J. Propioceptive imapirement and postural orientation control in Parkinson’s disease. Hum Mov Sci. 2011 Apr; 30(2): p. 405-14. |
6. |
Tinazzi M, Juergenson I, Squintani G, Vatterni G, Montemezzi S, Censi D, et al. Pisa Syndrome in Párkinson’s disease: an electrophysiological and imaging study. J Neurol. 2013 Aug; 260(8): p. 2138-48. |