En una publicación anterior vimos por qué se producía la enfermedad de Párkinson y cuáles eran los mecanismos por los que se producía el enlentecimiento del paciente o bradicinesia, la inestabilidad y la pérdida de los movimientos de los brazos durante la marcha. Vamos a ver, en esta entrada, qué dice la ciencia sobre el tratamiento de esta enfermedad en cuanto a Fisioterapia y Rehabilitación Física se refiere.
Realidad virtual en neurorrehabilitación.
La realidad virtual es una herramienta más en Fisioterapia, podemos llevarla a cabo mediante el empleo de dispositivos muy baratos, con unas gafas en las que se introduce el teléfono móvil y se pide al paciente que realice determinados ejercicios. Esta técnica puede parecer anodina e inocua, pero ha demostrado ser una buena herramienta para producir cambios en el equilibrio de los pacientes (Dockx K, et al 2016).
Esta revisión sistemática encontró que en los artículos analizados que empleaban la escala de Berg para determinar el equilibrio, los pacientes mostraban una mejora en la consecución de los ítems de la escala de Berg tras practicar rehabilitación con realidad virtual.
Entrenamiento muscular sumado a posturografía.
Una plataforma de posturografía es aquella en la que el paciente se sube y ve reflejados en la pantalla los puntos en los que sus pies realizan más presión. Esto ayuda al paciente a tener una retroalimentación o feedback para poder ajustar la presión de sus pies y repartir las cargas de manera que su postura sea más estable y práctica.
Mediante un sistema informático, podemos incluso llevar a cabo entrenamiento de los límites de estabilidad del paciente, permitiendo así mejorar su equilibrio.
Cuando el entrenamiento de posturografía lo sumamos al entrenamiento de fortalecimiento muscular, la mejora en los parámetros de equilibrio se incrementa (tambosco L, et al 2014). Así mismo, el entrenamiento de fuerza por sí solo ha demostrado ser mejor que las técnicas de Fisioterapia pasiva para producir mejoras en la estabilidad de los pacientes.
Ejercicio terapéutico activo.
El ejercicio terapéutico es aquel que el profesional recomienda para su ejecución de manera activa por el paciente. Es decir, será el paciente quien lo ejecute y para ello puede contar o no con la colaboración del fisioterapeuta o del terapeuta ocupacional, bien mediante las maniobras de facilitación del concepto Bobath o bien mediante cualquier tipo de facilitación.
Un estudio con 100 pacientes, evaluó si el ejercicio terapéutico activo era suficiente para mejorar el equilibrio y se observó que sí, que mejoraron los parámetros de estabilidad al aplicar una combinación de ejercicios mediante reeducación postural o control motor, pasos de danza, ejercicios de rotación de tronco y de equilibrio, y estiramientos llevados a cabo por los propios pacientes (Stozek J, et al. 2016).
Además, vieron que estos ejercicios mejoran también la calidad, la longitud y la velocidad del paso durante la marcha. Reducen el tiempo de iniciación del paso, es decir, mejoran en la dificultad para iniciar la marcha, producido por el paso congelado, y los pasos tienden a ser más simétricos (Tambosco L, et al 2014).
Los ejercicios como el tai-chi o el ai-chi son también útiles a la hora de trabajar la postura, el equilibrio y el control motor (Kurt EE, et al. 2016). Se cree que esta mejora se produce debido a la lentitud de ejecución de los movimientos y los constantes cambios de transferencia de peso de un pie al otro, lo que podría ser una buena opción para trabajar el famoso paso congelado del paciente con Párkinson.
Música y ritmo en la rehabilitación del paso y de la marcha.
Puede parecer anecdótico e incluso un poco ofensivo que el fisioterapeuta te ponga a seguir el ritmo de un metrónomo o de una canción con las manos y los pies. Incluso puede que te haga bailar y percibas que estás perdiendo el tiempo. Pues bien, el trabajo con metrónomo o música mejora la temporalidad y tiene un resultado positivo en la velocidad, la cadencia y la amplitud del paso, así como en el equilibrio del paciente (Song JH et al. 2015), por eso se incluye también dentro del trabajo de rehabilitación neurológica.